El Lanús volvió a soñar con la gloria continental. Con un gol polémico de Rodrigo Ezequiel Castillo a los 62 minutos, el equipo argentino venció 1-0 a la Universidad de Chile en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Sudamericana 2025Estadio Ciudad de Lanús-Néstor Díaz Pérez, el jueves 30 de octubre de 2025. El resultado, sumado al empate 2-2 en Santiago, dio al Granate un global de 3-2 y lo llevó a su primera final en la competencia desde 2013. Pero la alegría en Lanús se mezcló con la ira, el descontento y el caos: el gol no fue revisado por el VAR, el árbitro venezolano Alexis Herrera no sancionó una posible mano, y tras el pitido final estallaron peleas entre jugadores que terminaron con una tarjeta roja directa y una escena digna de un drama deportivo.
El gol que dividió al continente
Castillo, el delantero que ya había anotado dos goles en la ida, recibió un pase filtrado por el mediocampo, giró sobre su marca y disparó con la mano izquierda —o al menos eso aseguran los defensores chilenos—. El balón se desvió en el arquero Gabriel Castellón y entró. Nadie lo vio. El árbitro Herrera, con el VAR a su disposición, no llamó. Ni siquiera se movió. Los jugadores de la Universidad de Chile se detuvieron, miraron al cielo, luego al árbitro, y finalmente al suelo. No hubo reclamos. Solo silencio. El VAR no activó revisión. La decisión se mantuvo. "No fue mano. Fue el cuerpo", dijo luego el técnico Mauricio Pellegrino. "Siempre hay un gol que se canta con dudas. Hoy fue el nuestro". Pero en Santiago, el capitán Diego Valencia lo llamó "una injusticia con sabor a derrota".Un partido de nervios y errores
El primer tiempo fue una batalla táctica. Gustavo Quinteros, con su equipo desbordado en el mediocampo, intentó controlar el ritmo. Pero el Lanús presionó con intensidad. A los 15 minutos, Agustín Cardozo entró duro sobre Javier Altamirano. Herrera amonestó. El VAR confirmó. Sin drama. Luego, Marcelino Damián Moreno parecía haber puesto el 1-0, pero el VAR detectó posición adelantada. Gol anulado. El público gritó. Los jugadores chilenos respiraron. Pero el nerviosismo crecía. Mariano Losada, el arquero de Lanús, se convirtió en el héroe de la noche: detuvo un remate de Altamirano a los 85 minutos, con el poste derecho como único obstáculo. Fue el momento más cercano a un empate global.La despedida con violencia
El partido terminó. El silencio en el estadio fue absoluto. Hasta que el defensor chileno Matías Zaldivia —nacido en Argentina, nacionalizado chileno— se acercó a Cardozo, lo agarró del cuello y lo levantó del suelo. En cuestión de segundos, los jugadores se amontonaron. El árbitro Herrera, con calma, sacó la tarjeta roja. Zaldivia se fue sin decir palabra. Pero el caos no terminó. El delantero argentino de la Universidad de Chile, Rodrigo Contreras, increpó al defensor local Carlos Izquierdoz. Izquierdoz, en cambio, levantó los brazos. No respondió. No se movió. Se retiró. Como si ya no quisiera ver más. El árbitro agregó seis minutos. En el 90+6, Leandro Fernández recibió amarilla por gritarle a Herrera por un penal no concedido. El ambiente era eléctrico. La tensión, palpable.El costo del odio
Este partido no se jugó en un vacío. Dos semanas antes, el 18 de octubre, hinchas chilenos y argentinos se enfrentaron en el estadio de Independiente, dejando más de 20 heridos y 100 detenidos. Por eso, ambas instituciones fueron sancionadas: siete partidos como locales sin público, y prohibición de viajar como visitantes en igual número de encuentros. Por eso, el partido en Lanús fue solo de hinchas argentinos. En Santiago, se jugó a puertas cerradas. La Copa Sudamericana, que nació como un torneo de unidad, se convirtió en un espejo de las heridas del fútbol sudamericano. El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, dijo en una declaración: "No podemos permitir que el odio se pase por encima del deporte". Pero las sanciones no calman el dolor. Solo lo posponen.La final contra Sampaoli y el premio de 6,5 millones
Lanús, campeón en 2013, se enfrentará a Atlético Mineiro, de Brasil, en la final del Copa Sudamericana 2025Estadio Defensores del Chaco, el sábado 22 de noviembre en Asunción. El técnico de los brasileños, Jorge Sampaoli, no solo busca su primer título internacional como DT, sino también redimirse tras la eliminación de la Selección Argentina en la Copa América. El ganador se llevará 6,5 millones de dólares y un boleto directo a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026. El subcampeón, solo 2 millones. Para Lanús, no es solo dinero. Es historia. Es volver a ser grande. Para la Universidad de Chile, es una derrota que duele más por lo que no se vio: una mano, un VAR silencioso, un gol que no debió ser.Frequently Asked Questions
¿Por qué no se revisó el gol de Castillo con el VAR?
Aunque el gol generó dudas por una posible mano, el árbitro Alexis Herrera no activó la revisión del VAR, y el equipo de asistencia tampoco lo recomendó. Según las reglas de la Conmebol, el VAR solo interviene en errores claros y obvios en goles, penales, tarjetas rojas directas o errores de identidad. La mano no fue considerada "clara y obvia" por los operadores, lo que generó críticas en Chile y debates técnicos en Argentina. No fue un error de sistema, sino una decisión subjetiva no confirmada.
¿Qué sanciones recibieron Lanús y Universidad de Chile por los disturbios de octubre?
Ambos clubes fueron sancionados con siete partidos continentales como locales sin público, y sus hinchas están prohibidos de asistir a siete encuentros como visitantes. Además, ambos recibieron multas económicas no reveladas públicamente. La sanción fue impuesta tras los disturbios en el estadio de Independiente el 18 de octubre, donde hubo más de 20 heridos y 100 detenidos. La Conmebol actuó con contundencia para evitar que el odio se trasladara a las semifinales.
¿Cómo afecta esta clasificación a la Copa Libertadores 2026?
El ganador de la Copa Sudamericana 2025 obtiene un cupo directo a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026, sin necesidad de pasar por las preliminares. Esto es clave para equipos como Lanús, que no clasificaron por la liga argentina. El premio económico de 6,5 millones de dólares también ayuda a su estructura financiera, especialmente tras años de restricciones presupuestarias. El subcampeón, en cambio, entra a la fase preliminar de la Libertadores, con menos garantías.
¿Cuál es el historial entre Lanús y la Universidad de Chile en competencias continentales?
Antes de esta eliminatoria, solo se habían enfrentado una vez en competencias internacionales: en la Copa Libertadores 2006, en fase de grupos. Lanús ganó 2-1 en Buenos Aires, y empató 1-1 en Santiago. No hubo más encuentros hasta ahora. Esta semifinal fue la primera eliminatoria directa entre ambos, y la más intensa de sus historias. La rivalidad se intensificó por la proximidad geográfica y la similitud de sus modelos de clubes: ambos son equipos de barrio con hinchas apasionados, sin grandes recursos, pero con identidad fuerte.
¿Qué dijo el técnico Pellegrino tras el partido?
"No ganamos por el VAR. Ganamos porque nuestros jugadores no se rindieron. Sabíamos que era un partido difícil, con un rival que peleaba hasta el último segundo. El gol fue un premio a la persistencia. No vamos a discutir lo que no se vio. Vamos a celebrar lo que sí logramos: una final después de 12 años". Pellegrino evitó criticar al árbitro, pero su tono fue firme. En privado, según fuentes del club, le dijo a su staff: "Si el VAR no ve una mano, no es culpa nuestra. Pero sí es culpa de la tecnología que no funciona como debe".
¿Qué sigue para la Universidad de Chile tras esta eliminación?
La Universidad de Chile termina su temporada continental con una derrota amarga, pero sigue en la lucha por la clasificación a la Copa Libertadores 2026 por la vía de la liga chilena. Su tercer puesto en la tabla general les da chances, aunque son mínimas. El técnico Gustavo Quinteros anunció que no renunciará, pero su futuro está en el aire. Los jugadores, en cambio, han pedido cambios estructurales. "No podemos seguir perdiendo por decisiones que no se ven", dijo el volante Franco Calderón. La hinchada, ya enojada por la sanción de no poder jugar en casa, ahora exige renuncias y una nueva dirección deportiva.
 
                                                                            
Escrito por Javiera Urzúa
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