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Jannik Sinner lanza su fundación en Milán: educación y deporte para niños
El evento de lanzamiento
El pasado jueves 18 de septiembre de 2025, el Palazzo Parigi en Milán se llenó de luces, música y más de 100 invitados para celebrar algo más que una fiesta de la élite. Allí, Jannik Sinner, número 2 del ranking mundial de tenis, dio a conocer oficialmente su fundación benéfica, una causa que lleva gestándose desde abril de ese mismo año.
En el programa de la noche, la familia del tenista tuvo un protagonismo inesperado: su madre Siglinde, su padre Hanspeter y su hermano Mark aparecieron entre los asistentes, algo que rara vez ocurre en los eventos públicos de la estrella. También estuvieron su entrenador Simone Vagnozzi y el preparador físico Umberto Ferrara, que compartieron anécdotas sobre cómo el deporte ha moldeado la carrera del joven italiano.
Con un discurso que combinó humildad y determinación, Sinner explicó que su éxito deportivo le ha permitido abrir una puerta que para muchos niños sigue cerrada: el acceso a la educación y al deporte. “He tenido la suerte de seguir mi pasión, pero sé que millones no pueden soñar con una cancha o una escuela. Hoy el proyecto está vivo y listo para ayudar”, subrayó.
El ambiente, cerrado al público y a la prensa, permitió una conversación más íntima entre los presentes, que incluyó a personalidades como el tenor Andrea Bocelli, el presidente de la FITP Angelo Binaghi y el CEO de Fórmula 1, Stefano Domenicali. Cada uno expresó su apoyo, reforzando la idea de que la iniciativa trasciende el tenis y se inscribe en una agenda global de desarrollo infantil.

Objetivos y alianzas estratégicas
La Jannik Sinner Foundation tiene una misión clara: impulsar la educación y el deporte como motores de cambio para la infancia, tanto en Italia como en el resto del mundo. Según los organizadores, la visión es que cada niño pueda crecer fuerte en cuerpo y mente, independiente de su origen socio‑económico.
Para lograrlo, la fundación ya ha sellado dos alianzas de gran relevancia. La primera, con la Global Partnership for Education (GPE), constituye un acuerdo trianual que busca canalizar fondos y expertise hacia la mejora de los sistemas escolares en países de bajos ingresos. La segunda colaboración se da con Südtirol Sporthilfe, una entidad sin ánimo de lucro de la región natal de Sinner que apoya a jóvenes deportistas mediante becas, mentorías y programas de desarrollo.
- Global Partnership for Education (GPE): asociación de tres años para financiar y estructurar programas educativos en zonas vulnerables.
- Südtirol Sporthilfe: apoyo directo a talentos deportivos emergentes, con foco en la integración de la educación formal.
Laura Frigenti, directora ejecutiva de GPE, describió la colaboración como un “impulso fresco y visible” que el reconocimiento internacional de Sinner aporta al sector educativo. Por su parte, representantes de Südtirol Sporthilfe resaltaron la oportunidad de combinar la tradición alpina del deporte con iniciativas escolares.
El cuerpo directivo de la fundación está compuesto por figuras de alto nivel. Alex Vittur, CEO de Avima, ocupa la presidencia; Stefano Domenicali, presidente y CEO de Fórmula 1, y Luca Maestri, ex‑CFO de Apple, forman parte del consejo. Christina Tauber desempeña la función de directora ejecutiva, encargándose de la operatividad diaria.
Este grupo diverso aporta experiencia en gestión corporativa, innovación tecnológica y organización de eventos masivos, recursos que la fundación prevé canalizar hacia proyectos concretos: campamentos deportivos en escuelas rurales, laboratorios de ciencias en zonas desfavorecidas y plataformas digitales de aprendizaje.
El sitio web de la organización subraya la importancia del juego como herramienta de desarrollo integral. Se plantea que, más allá de la competencia, la práctica deportiva fomenta la confianza, la cooperación y la resiliencia—cualidades esenciales para el éxito académico y personal.
En los próximos meses, la fundación iniciará una serie de pilotos en países de África subsahariana, América Latina y el sudeste asiático. Cada proyecto contará con métricas de impacto que permitirán evaluar el avance en áreas como la tasa de asistencia escolar, el rendimiento académico y la participación física de los niños.
Para los seguidores de Sinner, la fundación representa una nueva faceta del tenista: la de filántropo comprometido con un futuro más justo. Pero, ¿será suficiente la influencia de una estrella del deporte para cambiar estructuras tan complejas? La respuesta dependerá de la capacidad de la organización para mantener alianzas sólidas, gestionar recursos con transparencia y, sobre todo, escuchar las necesidades de las comunidades a las que quiere servir.
Escrito por Javiera Urzúa
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