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Hugo González pone a Arturo Vidal en la cuerda antes del Superclásico
En una conferencia de prensa que se volvió de los momentos más comentados de la temporada, el técnico interino del Colo Colo dejó claro que el nombre de Arturo Vidal no garantiza una titularidad automática. "Arturo es importante, pero eso no le asegura plaza en el once inicial", afirmó Hugo González ante los medios, mientras la prensa deportiva repasaba cada una de sus palabras.
González impone su autoridad
El discurso de González no fue una sorpresa para los que siguen de cerca la vida del club. Desde su llegada, el interino ha insistido en que la disciplina y el mérito deben ser las guías para decidir quién pisa la cancha. "No me importa si alguien es una leyenda, lo que cuenta es lo que muestra en los entrenamientos", explicó, subrayando que la meritocracia es el eje de su proyecto, aunque el equipo atraviesa una fase delicada del campeonato.
El entrenador, quien había sido asistente antes de asumir el cargo temporal, recalcó que la “cultura de solidaridad” y los valores fundacionales del club seguirían marcando la línea. Mencionó anécdotas de antiguos ídolos para reforzar la idea de que el escudo del equipo representa más que la fama individual. En ese sentido, la postura frente a Vidal iba más allá de la táctica; era una señal de que la jerarquía de vestuario no podía interferir con las decisiones de campo.
Durante los entrenamientos posteriores, los jugadores observaron a Vidal participar con la primera plantilla, lo que encendió los rumores de una posible alineación. La ambigüedad parece haber sido parte del plan de González: mantener a todos los futbolistas en tensión, obligándolos a dar lo mejor en cada sesión para no quedar fuera del once.
El Superclásico y la salida de González
El escenario estaba listo para el Superclásico entre Colo Colo y Universidad de Chile, el duelo que divide a la capital y que, cada año, genera una atmósfera de fiesta y tensión. González, con su discurso firme, buscó que el equipo entrara al partido sin privilegios y con la mentalidad de ganadores.
El encuentro terminó 1‑0 a favor de Colo Colo, con un gol de Vicente Pizarro que se coló en el minuto final. La victoria no solo le dio tres puntos vitales, sino que también dejó una imagen de cohesión bajo la dirección del interino. Los hinchas celebraron la hazaña, mientras que los analistas destacaron la disciplina táctica mostrada por el conjunto.
Tras el pitido final, la etapa de González llegó a su fin. Como estaba previsto, Fernando Ortiz tomó las riendas como entrenador permanente, heredando un equipo que había sabido responder a la presión y había superado una fase complicada. La corta pero intensa gestión de González quedó marcada por su disposición a poner a prueba incluso a los más reconocidos, demostrando que la autoridad del banquillo no se negocia.
El legado del interinato se resume en una frase que resonó en los pasillos del estadio: la camiseta del club no se lleva por el nombre, sino por la entrega. En los próximos partidos, el nuevo técnico tendrá que decidir si mantiene la política de puerta abierta instaurada por González o si opta por ajustes que, según él, pueden llevar al equipo a la cima del campeonato.
Escrito por Javiera Urzúa
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