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Carlos Alcaraz vence a Baez en Tokio pese a lesión de tobillo
Un inicio complicado para el número uno
El martes 25 de septiembre, el Carlos Alcaraz pisó la pista de Tokio con la mirada puesta en otro título. Apenas había arrancado el primer set contra Sebastián Baez, de la posición 41 del ranking, cuando una caída torció su tobillo izquierdo. Un movimiento extraño, una pisada que no cayó bien, y de pronto el español se quedó sosteniendo el pie, frunciendo el ceño y frotándose los ojos. El público notó la molestia, pero el partido tenía que seguir.
Tras el susto, el fisioterapeuta entró al cuadro y realizó una serie de pruebas. "Me preocupó no tener confianza para terminar el partido", confesó Alcaraz en la zona de prensa. Afortunadamente, el examen mostró que podía caminar hasta el banco y, tras una vendaje firme, el joven volvió al juego con una sonrisa que mezclaba determinación y un leve temblor.
El resto del primer set se jugó con más cautela, pero Alcaraz logró cerrar 6‑4. En el segundo, la lesión dejó de ser un obstáculo visible; el español tomó el control, dictó el ritmo y terminó 6‑2, sin dar al rival ninguna oportunidad clara.
Recuperación, mentalidad y lo que viene
Tras el triunfo, Alcaraz habló de su "mentalidad de guerrero". Para él, cada punto es una batalla y cada lesión, una prueba. "Intento llevar esa mentalidad a cada partido, a cada aspecto", aseguró mientras se retiraba del cuadro. La sensación de alivio fue palpable: el fisioterapeuta había hecho su trabajo y el joven sentía que el tobillo, aunque adolorido, lo respaldaba.
El español, de 22 años, sigue persiguiendo su octava corona de la temporada 2025. La victoria lo coloca en cuartos de final, pero la incertidumbre persiste. "Voy a intentar recuperarme para estar listo para el próximo partido", dijo, sin revelar si la torcedura requerirá algún tratamiento adicional.
El rival, Baez, intentó aprovechar la debilidad del español, pero la velocidad y la precisión del joven español fueron demasiado. Cada servicio, cada derecha, cada volea mostraron que, a pesar del dolor, la capacidad competitiva de Alcaraz no se vio mermada.
Los analistas ahora vigilan de cerca la evolución del tobillo. Si bien la lesión no parece grave, una recaída podría costarle tiempo valioso en un torneo que ya se vuelve decisivo para su año. Mientras tanto, la audiencia japonesa celebra la actuación valiente del campeón mundial, que demostró que el cuerpo puede doler, pero la voluntad puede seguir adelante.
Con el tercer turno a la vista, los ojos del tenis mundial seguirán a Alcaraz, esperando ver si su "mentalidad de guerrero" basta para superar cualquier obstáculo que el juego le presente.
Escrito por Javiera Urzúa
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